Tratamiento biológico de las balsas de riego
Solo en Andalucía hay inventariadas más de 9.000 balsas de agua para uso agrícola o ganadero mayores de 600 m2 siendo su biodiversidad global comparable a la de los humedales naturales. La riqueza biológica de cada balsa depende de multitud de factores siendo los más importantes la presencia de vegetación en la orilla y en el sustrato del fondo junto con unos valores adecuados de salinidad y nutrientes. El correcto diseño de la balsa y su posterior naturalización son fundamentales para disponer de una balsa viva que sirva de refugio a la fauna auxliar de la agricultura como las libélulas, los anfibios y las aves insectívoras.
Cada balsa actúa como un pequeño ecosistema y su equilibrio depende de la capacidad de adaptación de sus comunidades biológicas a los cambios de ritmo derivados del tiempo medio de renovación del agua y de la variación de sus parámetros de salinidad y PH a lo largo de las distintas estaciones.
Cuando existe un exceso de nutrientes, como ocurre en aguas procedentes de depuradoras o de lixiviados agrícolas, se produce un incremento desmesurado de algas que trae consigo dos consecuencias muy graves para el equilibrio biológico de la balsa: la cubrición total de la superficie de agua que impide el paso de la luz a la vegetación y al fitoplacton y su posterior proceso de descomposición que consume el oxígeno disponible provocando fenómenos de putrefacción y malos olores (eutrofización).
Aquí precisamente es donde intervienen las bacterias pues compiten con las algas por los nutrientes y secretan enzimas capaces de digerir su pared celular provocando su muerte e impidiendo su descontrolada proliferación. En todas las balsas existen estas bacterias pero es preciso que se hallen en número suficiente para ser eficaces por lo que, ante un incremente imprevisto de algas, es preciso recurrir a formulados comerciales ricos en microbiológicos.
CONTROL BÍO comercializa un producto apto para agricultura ecológica denominado POLY-A rico en bacterias capaces de asimilar el exceso de nitrógeno y fósforo pertenecientes a los géneros Bacillus (B. subtilis y B. megaterium) y Saccharomyces. Este producto, además, incorpora una cepa específica contra larvas de culícidos (Baciilus thuringiensis israelensis) por lo que actúa como un excelente bioinsecticida contra las poblaciones de mosquitos.
Para que la proliferación de estas bacterias sea muy rápida y puedan colonizar rápidamente todo el volumen de agua disponible, se debe incorporar un digestor enzimático (a base de proteasas, lipasas, celulasas y amilasas) que trocee las grandes moléculas de la materia orgánica y las convierta en otras asimilables de menor tamaño a disposición de las bacterias (azúcares, ácidos grasos, etc). Este producto de acción sinérgica se comercializa como BIOCURE, igualmente inocuo para las personas, animales y plantas, apto para su uso en agricultura ecológica.
Visitando en nuestra web estos productos, podréis descargaros su ficha técnica donde se dan instrucciones precisas de dosificación y uso. Con su manejo adecuado, podremos disfrutar de una balsa limpia y sana sin necesidad de recurrir a los biocidas contaminantes convencionales (permanganato potásico, lejía, sulfato de cobre, …) que reducen la biodiversidad el agroecosistema.