El cotonet o cochinilla algodonosa es la más extendida y dañina de toda la familia pseudococcinae. Es treméndamente polífaga y su amplio rango de hospedadores incluye hortícolas, plantaciones de árboles frutales y viñedo así como numerosas especies ornamentales. Afecta a todas las estructuras de la planta y se adapta a vivir tanto al aire libre como en el interior de los invernaderos. Es responsable de graves problemas sanitarios en las ciudades pues excreta gran cantidad de melaza que ensucia los vehículos, las aceras y el mobiliario urbano. Además, sobre esta sustancia peguntosa se asienta la negrilla (fumagina), un hongo que cubre todo de negro y deprecia el valor ornamental de parques y jardines.
En España tenemos parasitoides autóctonos que pueden resultar interesantes en el control de P. citri como son Leptomastoidea abnormis muy activo en verano y la especie menos conocida Prochiloneurus bolivari cuyo efecto real aun no está valorado.
A nivel comercial, disponemos de tres insectos, un depredador y dos parasitoides, capaces de controlar las poblaciones de cochinilla algodonosa. Es muy recomendable realizar las sueltas combinadas de ambos insectos pues su acción es sinérgica.
Estas tres especies son:
En España este coccinelido australiano fue introducido en 1927 y desde entonces es un insecto indispensable en nuestro catálogo nacional de auxiliares de la agricultura y la jardinería. Es polífago pero tiene marcada preferencia por el cotonet (Planococcus citri). Los adultos, haciendo uso de su gran aptitud para el vuelo, buscan las colonias grandes para alimentarse de huevos y ovopositar. Las larvas pequeñas, al igual que los adultos prefieren alimentarse de huevos y las larvas de más edad prefieren capturar cochinillas sin importarle el estadío en el que se encuentren. Este coccinélido es muy utilizado en agricultura para el control de cotonet en cítricos y del melazo en uva de mesa y vinificación. En jardinería es muy útil en el control de cochinillas en jardines botánicos, colecciones de bonsais, patios aclimatados, hoteles, colegios y residencias de ancianos y en general allí donde el uso de químicos está restringido. El problema que presenta este insecto radica en que le cuesta sobrevivir al invierno en el exterior si las temperaturas son muy bajas y obliga a realizar inoculaciones periódicas cada primavera. En las zonas costeras más templadas de la Península así como en Canarias, no se da este problema y ya es un insecto naturalizado muy común.
Microavispa cosmopolita cuya raza mediterránea está considerada fauna útil nativa y muy abundante en primavera. Es el complemento ideal para Cryptolaemus pues parasita una media de 15 larvas de 2ª y 3ª edad.. El adulto tiene una vida media de 30-40 días. Las primeras momias pueden observarse a las trres semanas de realizar las sueltas.
Procede de Brasil importado en 1948 y hoy dìa naturalizado en España y muy frecuente en las zonas citrícolas del levante donde es fácil monitorearlo en las trampas dispuetas para la mosca de la fruta Ceratitis capitata.
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