Detección y Control de las chinches de cama. Nuevo tratamiento con vapor

Existen en el mundo más de 100 especies de chinches hematófagas pero en España solo tenemos una, Cimex lectularius. Su expansión no está asociada a la falta de limpieza de las personas sino a su continuo movimiento por razones comerciales o turísticas. La ropa o la maleta pueden servir de vehículo transmisor tanto de adultos como de huevos. Por eso, en las residencias, hospitales, colegios e instalaciones hoteleras se han de extremar las precauciones.

Detección precoz de las chinches de cama

La alerta debe surgir cuando alguien muestre síntomas de picaduras o  se observen restos de sangre o excrementos en la ropa de cama. Para confirmar la sospecha, se utilizan detectores y trampas de muy diversas formas aunque las más eficaces son aquellas que utilizan una fuente de calor como atrayente y una sustancia pegajosa para su captura.

CONTROL BÍO dispone de la trampa de monitoreo y captura masiva  especial para la chinche de las camas denominada  BED BUG DOME TRAP.  Por un lado se adquiere la base con toma de corriente y por otro lado el sistema de captura (paquete de 10 unidades) que debe reponerse periódicamente cuando veamos que la superficie encolada está colapsada de insectos o bien llena de polvo o suciedad. Su liviano tamaño permite su colocación en un rincón discreto de la habitación o bien debajo de la cama.

Tratamiento con vapor sobrecalentado.

El vapor seco sobrecalentado de nuestro dispositivo CIMEX ERADICATOR  ha demostrado ser la solución más eficaz para eliminar de manera definitiva el problema de la infestación por chinches de cama. Se distingue de otras vaporetas y máquinas de emisión de vapor tradicionales en que el vapor generado en la caldera se sobrecalienta en el dispensador de salida a 180 ºC. Esta temperatura garantiza, de una sola pasada,  la eliminación de adultos, ninfas y huevos a causa del shock térmico.

El vapor que emite el Cimex Eradicator va cebado con el líquido HPMed que actúa de detergente desinfectante. Es ecológico y no contiene fosfatos. Se dispensa en viales de 50 ml que debemos reponer periódicamente. Con este sistema podemos trabajar, a diferencia de otros métodos que utilizan químicos, en presencia de personas y sin tiempos de seguridad ni plazos de reentrada.