Como regular biológicamente la proliferación de algas en balsas de riego
Mantener un balance adecuado en el ecosistema acuático de las balsas de riego es clave para un control efectivo de las algas. Combinando estas estrategias, es posible regular de manera biológica el exceso de algas, promoviendo un entorno más saludable y equilibrado en las balsas de riego. Es importante que los diseños de las balsas contemplen la creación de zonas de desbordamiento y bermas o repisas que permitan el establecimiento de plantas lacustres que den soporte a los vertebrados acuáticos (aves, anfibios y reptiles) así como libélulas y otros invertebrados de dieta insectívora. Las balsas bien naturalizadas son auténticas reservas de biodiversidad que tenemos y debemos promocionar.
Veamos cuales son los factores bióticos que pueden ayudar a conservar limpias las aguas de riego:
1.- PLANTAS ACUÁTICAS
Las plantas acuáticas pueden ayudar a controlar el crecimiento de algas al competir por los nutrientes (nitrógeno, fósforo, etc.) y la luz. Algunas especies de plantas que pueden ser útiles incluyen:
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Eichhornia crassipes (jacinto de agua): Ayuda a absorber nutrientes, reduciendo la disponibilidad para las algas.
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Lemna spp. (lenteja de agua): También reduce la cantidad de luz disponible para las algas y consume nutrientes.
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Ceratophyllum demersum (cola de zorra): Es una planta sumergida que puede controlar el crecimiento de algas al competir por los nutrientes.
2. ORGANISMOS FILTRADORES Y CONSUMIDORES DE ALGAS
Algunos organismos acuáticos pueden ayudar a reducir el número de algas al alimentarse de ellas. La manera más rápida de conseguirlos es cogiendo agua de una charca natural que tenga el agua limpia. Los más importantes son:
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Rotíferos: Son pequeños organismos acuáticos que se alimentan de algas planctónicas.
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Daphnia (pulgas de agua): Son crustáceos que se alimentan de algas y otros organismos microscópicos, ayudando a mantener el agua más clara.
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Caracoles acuáticos: Algunas especies consumen algas y limpian las paredes de la balsa.
3. MICROORGANISMOS
El uso de microorganismos para controlar el crecimiento de algas en aguas destinadas a riego es una opción cada vez más popular debido a su enfoque ecológico y sostenible. Los microorganismos pueden ayudar a reducir la proliferación de algas de manera natural, sin recurrir a biocidas químicos que podrían afectar negativamente tanto la calidad del agua como los cultivos. Es una buena opción añadir, junto al cóctel de microorganismos beneficiosos, un activador enzimático que agilice la multiplicación. A continuación, exponemos algunos de los microorganismos más utilizados para este fin:
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Bacterias nitrificantes: Las bacterias nitrificantes son microorganismos que convierten el amoníaco (NH₃) en nitritos (NO₂) y luego en nitratos (NO₃⁻). Este proceso reduce la concentración de nitrógeno disponible en el agua, uno de los nutrientes esenciales para el crecimiento de las algas. Menos nutrientes favorece un ambiente en el que las algas tienen menos posibilidades de proliferar.
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Géneros comunes: Nitrosomonas, Nitrobacter.
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Beneficio: Al reducir los niveles de nitrógeno en el agua, disminuye la cantidad de nutrientes disponibles para las algas.
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Bacterias descomponedoras: Las bacterias descomponedoras, como Pseudomonas y Bacillus, se encargan de descomponer la materia orgánica en el agua, como restos de algas muertas y otros residuos ogánicos. Este proceso reduce la cantidad de nutrientes en el agua y limita el crecimiento de algas al eliminar su fuente de alimento.
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Géneros comunes: Bacillus, Pseudomonas, Aeromonas.
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Beneficio: Ayudan a reducir la biomasa de algas al descomponer los restos orgánicos y disminuir la concentración de nutrientes liberados.
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Bacterias que inhiben el crecimiento de algas: Algunas bacterias tienen la capacidad de inhibir directamente el crecimiento de algas mediante la producción de compuestos antimicrobianos o mediante la competencia por los nutrientes esenciales. Estas bacterias pueden ser utilizadas de forma específica para controlar la proliferación de algas no deseadas.
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Ejemplo: Bacillus subtilis y Bacillus thuringiensis han mostrado tener propiedades antimicrobianas y pueden inhibir ciertos tipos de algas.
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Beneficio: Estas bacterias compiten con las algas por los nutrientes y secretan sustancias que inhiben su crecimiento.
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Microalgas beneficiosas: Algunas especies de microalgas pueden ser utilizadas para controlar otras especies de algas no deseadas. Estas microalgas benéficas pueden competir con las algas nocivas por luz, espacio y nutrientes, limitando su crecimiento sin afectar negativamente al ecosistema acuático.
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Ejemplo: Chlorella y Spirulina son microalgas que pueden ser utilizadas para este propósito en ciertos sistemas acuáticos.
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Beneficio: La competencia entre microalgas beneficiosas y algas no deseadas puede reducir el crecimiento de estas últimas.
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Probióticos acuáticos: Los probióticos acuáticos son cepas de microorganismos benéficos que, cuando se introducen en el agua, pueden mejorar la salud general del ecosistema acuático. Además de su capacidad para reducir los nutrientes disponibles para las algas, estos microorganismos pueden promover el crecimiento de otras especies microbianas que favorecen un ambiente saludable para las plantas.
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Ejemplo: Lactic acid bacteria (LAB), Pseudomonas fluorescens.
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Beneficio: Estos probióticos no solo inhiben el crecimiento de algas, sino que también mejoran la calidad del agua al promover la descomposición de materia orgánica y mejorar la biodiversidad acuática.
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Bacterias fotosintéticas (Cianobacterias no tóxicas): Algunas bacterias fotosintéticas no tóxicas pueden ser utilizadas para competir con las algas en la captación de luz y nutrientes. Este tipo de microorganismos puede disminuir la cantidad de luz disponible para las algas al crecer en la superficie del agua o en las zonas sombreadas.
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Ejemplo: Rhodobacter y Rhodospirillum.
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Beneficio: Ayudan a reducir la disponibilidad de recursos para las algas al absorber nutrientes y luz.
4. Manejo de nutrientes
La acumulación de nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo, es una de las principales causas del crecimiento excesivo de algas. Para controlarlos biológicamente, se pueden realizar las siguientes acciones:
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Reducir la cantidad de fertilizantes que se utilizan en las zonas cercanas a las balsas de riego.
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Implementar prácticas de manejo del agua que eviten la acumulación de nutrientes, como el uso de sistemas de drenaje adecuado.
5. Aireación
La aireación controlada puede mejorar la calidad del agua y ayudar a regular el crecimiento de las algas. Al aumentar el oxígeno disuelto en el agua, se favorece el crecimiento de bacterias que consumen materia orgánica y se limita el crecimiento de algas que prosperan en condiciones anaeróbicas.
6. Enzimas para el control de algas
Algunas aplicaciones de enzimas específicas también están siendo estudiadas como una forma de controlar las algas. Estas enzimas pueden romper las paredes celulares de las algas o descomponer compuestos orgánicos relacionados con su crecimiento, lo que reduce su biomasa y previene su proliferación.
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Ejemplo: Enzimas como las celulasas y proteasas pueden descomponer las algas y sus restos, evitando su acumulación.
7. Monitoreo continuo:
El control biológico exitoso depende de un monitoreo adecuado de las condiciones del agua (niveles de nutrientes, pH, temperatura, etc.).