En la naturaleza, cada ser vivo tiene su propio ciclo biológico y hábitat. Las mariquitas son un ejemplo de insecto que cumple un papel importante en el equilibrio de los ecosistemas. Son muy apreciadas por agricultores y jardineros ya que regulan de manera natural las plagas que atacan los cultivos evitando así tener que aplicar productos fitosanitarios. Aunque existen mariquitas con hábitos alimenticios muy variados, basaremos nuestra actividad en dos especies depredadoras de pulgón muy utilizadas en el control biológico de plagas:
Mariquita de 2 puntos (Adalia bipunctata)
Mariquita de 14 puntos (Propylea quatuordecimpunctata)
Su ciclo biológico se desarrolla completamente sobre las plantas y viene a durar 4-5 semanas. Consta de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto (machos y hembras). Los adultos, única fase que tiene capacidad de vuelo, tienen una esperanza de vida de un año aproximadamente.
Para estudiarlas de cerca de la manera más natural posible, deberemos acondicionar un habitáculo recreando en su interior un micro hábitat. En este artículo te explicaremos cómo hacerlo de manera que podamos observar in situ todas y cada una de las fases del ciclo vital de estos interesantes insectos.
MATERIAL NECESARIO
Con solo unos pocos elementos, puedes montar un espacio didáctico donde observar a estos insectos y su comportamiento. Además, al conocer más sobre las plantas banker, podrás comprender cómo utilizar los recursos naturales a nuestro favor y conseguir el equilibrio de los ecosistemas sin necesidad de recurrir a productos químicos residuales.
Necesitaremos
1.Insectario
a. Habitáculo.
b. Sustrato de cultivo.
c. Acolchado.
d. Elementos decorativos.
e. Lugar de refugio y puesta (hotel de insectos)
2.Ecosistema
a. Plantas con pulgón (banker)
b. Plantas insectarias
c. Mariquitas
3.Material de observación.
INSECTARIO
Habitáculo
Para crear un insectario didáctico sobre mariquitas y su hábitat, lo primero que necesitamos es un terrario de cristal (o en su defecto, una jaula de madera forrada con malla mosquitera). Debe ser lo suficientemente grande para acondicionar un hábitat naturalizado (algunas piedras, plantas y ramas), tener ventilación y una tapa abatible para manipular el interior y evitar que las mariquitas escapen.
Una opción interesante que proponemos en esta actividad es invernar un huerto urbano de manera que las plantas decorativas y el ecosistema que reproduzcamos en su interior no estén en macetas sino directamente plantados sobre un sustrato aportado. Es una buena opción que esté elevado o montado sobre un estante para facilitar su visionado. Como las plantas vivas que darán alimento y cobijo a las mariquitas han de regarse periódicamente, es importante que el insectario disponga de bandeja o sistema de drenaje.
El interior del insectario tiene las siguientes partes:
1. Sustrato de cultivo. Preferentemente se aportará fibra de coco, turba rubia de textura gruesa o cualquier otro material orgánico ligero y permeable enriquecido con nutrientes minerales.
2. Acolchado en superficie. Aunque puede dejarse el sustrato de cultivo visto, es recomendable añadir algún material inerte de limpieza y contraste que nos permita visualizar bien los insectos. Puede valer arena gruesa, gravilla de color, vermiculita o corteza de pino.
3. Elementos decorativos. Unas piedras y unas ramas secas o artificiales colocadas con esmero bastarán para crear un atractivo espacio que utilizarán las mariquitas para tomar el sol y relacionarse. A nosotros nos va perfecto darle volumen al interior para poder visualizarlas a simple vista. Podemos también recurrir a los accesorios comerciales que se venden para terrarios.
Durante la fase larvaria, las mariquitas muestran un apetito atroz pudiendo destruir las puestas de huevos que encuentre en su camino llegando incluso, en caso de escasez de presa, al canibalismo. Por este motivo, es importante diseñar una superficie rugosa o con muchas cavidades para disminuir las probabilidades de encuentro entre las puestas y los individuos de vida libre. Las hueveras de cartón o algunas bolas de papel arrugadas pueden dar buenos resultados. Una manera muy eficaz de ofrecer privacidad a las hembras ovopositoras es instalando un pequeño hotel de insectos en uno de los rincones de insectario.
SISTEMA BANKER (gramínea + pulgón)
Las mariquitas se alimentan básicamente de pulgones vivos tanto en su estado larvario como de adulto. Esta fuente de alimento requiere un aporte continuo de pulgones al insectario siendo lo más cómodo introducir una planta viva ya infectada que tendremos que regar y mantener para que no deje de producir “pulgones presa”
Se pueden recolectar pulgones frescos diariamente desde un cultivo o zona ajardinada cercanas, pero esta opción es muy sacrificada y corremos el riesgo de aportar pulgones tratados con productos fitosanitarios. También es posible darles a comer pulgones congelados.
Lo más práctico y didáctico es utilizar un “sistema banker” que consiste en una planta de cereal de porte bajo (avena, trigo, cebada) inoculada intencionadamente con un tipo de pulgón especializado en vivir solo en este tipo de plantas monocotiledóneas. Puede introducirse en maceta o bien plantarse directamente en el sustrato de la jardinera.
El sistema banker debe ser mantenido en el tiempo para que proporcione pulgones de manera continuada. Las plantas de cereal terminan por agostarse pasadas varias semanas por lo que puede ser preciso reponer a mitad del ensayo nueva planta de cereal. Dado el bajo coste de la semilla y la facilidad en la germinación es interesante sembrar aparte varias macetas en turnos de 10-15 días. Las nuevas plantas se infectarán rápidamente al introducirlas frescas en el insectario. Para estudiar un ciclo completo se estima que deben de hacerse una o dos reposiciones.
PLANTAS INSECTARIAS
La mayoría de los insectos depredadores precisan, en algún momento de su ciclo biológico, suplementar su dieta con recursos florales (néctar y polen) especialmente las hembras adultas para tener más vitalidad y conseguir puestas con mayor viabilidad.
Para cubrir esta posible carencia nutritiva, hemos de aportar al insectario azúcares asimilables lo cual puede conseguirse dispensando glucosa en un tapón, colocando discos o algodones empapados con miel líquida o bien instalando plantas nectaríferas de porte bajo y abundante floración. Estas plantas, utilizadas para atraer y dar soporte a los insectos benéficos se les denomina plantas insectarias. Mostramos aquí algunos ejemplos.
La planta insectaria más utilizada en manejo conservativo para proporcionar néctar a los adultos de mariquitas, sírfidos y crisopas en los cultivos invernados es la Lobularia (L. marítima). Puede conseguirse sembrándola directamente en el sustrato o bien adquiriéndolas ya en maceta. Otras especies que podemos utilizar con fuerte poder de atracción para las mariquitas son tagetes, diente de león, caléndula, cosmos, manzanilla y cilantro entre otras. Existen en el mercado unas bandejas mixtas ya preparadas de plantas insectarias muy interesantes por la biodiversidad y la variedad de recursos que aportan a nuestro pequeño agro ecosistema.
MARIQUITAS
Una vez que tengas todo, coloca las plantas y elementos decorativos, introduce las plantas inoculadas con los áficos y, por último, libera las mariquitas. Pueden buscarse en nuestro huerto o jardín (nunca del medio ambiente) o bien comprarlas en tiendas especializadas.
Cualquier fase que introduzcamos será válida teniendo en cuenta que el reto es completar todo el ciclo biológico. En el mercado puedes conseguir tanto huevos como larvas y adultos de varias especies de mariquita. Quizás lo más recomendable sería introducir larvas o adultos de distintos tamaños directamente sobre las plantas banker para hacer la actividad más entretenida desde el principio.
Las especies de mariquitas depredadoras de pulgón disponibles a nivel comercial en España son: mariquita de dos puntos (Adalia bipunctata), mariquita de Adonis (Hippodamia variegata), mariquita de 14 puntos (Propilea 14 punctta) y Scimnus sp.
Liberación de las mariquitas
Es una satisfacción haber podido criar mariquitas. Terminada la práctica es la hora de recolectar con extremo cuidado lo ejemplares disponibles y liberarlos al medio natural. Los adultos se introducen con cuidado en un bote y al abrirlo en campo volarán por si mismos. Las larvas, pupas y huevos en cambio, habrán de depositarse con cuidado sobre las plantas, bien directamente sobre las hojas o utilizando cajitas de suelta. De esta manera, aportamos un granito de arena a favor de la biodiversidad y contribuimos a minimizar el empleo de pesticidas.
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